El asurado o golpe de calor se ocasiona cuando coinciden
temperaturas elevadas con vientos secos.
Esto provoca un aumento de transpiración
de la planta de forma que las raíces son incapaces de suministrar el agua
necesaria para compensar la evapotranspiración.
En las fotografías adjuntas se observa el efecto del golpe de calor
en los frutos de nísperos. Se aprecia una deshidratación de la zona, deprimida,
con quemadura de la piel.
Golpe
de calor, 36-38ºC durante 2 o 3 días provoca daños particulares, asurado de
hojas y brotes lo que lleva a la deshidratación de brotes y hojas que se
atabacan y se necrosan y caen. También afectan a que las pulpas se ablandes, se
acorchen y se formen oquedades en su interior. Además pueden darse quemaduras
(además del calor, también las provocan insolaciones fuertes).
El daño por sol o golpe de sol es el desorden fisiológico provocado por las altas temperaturas, más comúnmente reportado en frutos y vegetales, debido sobre todo a que es fácilmente observable en la piel. Factores como las altas temperaturas y la radiación aumentan la probabilidad de ocurrencia de este daño
Los factores de precosecha que predisponen a la fruta a desarrollar desórdenes fisiológicos de este tipo, son su posición en el árbol, las características de ese ambiente, la carga frutal del árbol, la nutrición mineral y de carbohidratos de ésta durante el crecimiento, el balance de agua y la respuesta a la temperatura.
La daños observados, reflejados en las fotografía consisten
en la deshidratación de la zona expuesta del frutos al sol con necrosis de la
piel en dicha zona.
Este riesgo esta asociado con el golpe de calor, unido a una
fuerte insolación.
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